Resiliencia y pasión
Rasgos de la cultura del periodismo colombiano

Se necesita mucha pasión y una pizca de locura para seguir ejerciendo el periodismo en Colombia. La buena noticia es que ambas características parecen estar en el ADN de los reporteros junto con un espíritu combativo a toda prueba que los ha hecho resistir los embates de los violentos, las presiones de los poderosos, la hostilidad en las redes sociales y los retos de la industria de la información a nivel global. En esta época también hay que combatir la fatiga del público, que cuenta con múltiples opciones para enterarse de lo que pasa; la desinformación, amplificada ahora con las posibilidades que abre la inteligencia artificial, y las finanzas maltrechas de los medios tradicionales que luchan por mantenerse a flote a pesar de la crisis financiera. 

La identidad que comparten los periodistas colombianos tiene raíces profundas que les ha permitido resistir las tempestades y hacerle “el quite” a los violentos. Un rasgo común que emerge en los estudios es la vocación para luchar por causas comunes que asumen como propias y mediar entre el gobierno y los más vulnerables para la solución de los problemas cotidianos. Esto último resulta más visible en el trabajo de los medios locales, en especial las emisoras radiales, que pueden dedicar más tiempo al aire para escuchar a su audiencia y tender puentes entre ellos y las autoridades. 

Otro rasgo común es la valentía para enfrentar al poder cuando deja de actuar en beneficio de los ciudadanos. De esta función de perros guardianes de la democracia hay múltiples ejemplos como los trabajos de Daniel Coronell De hecho, en múltiples ocasiones han sacudido las entrañas del poder con sus columnas de opinión o reportajes periodísticos de largo aliento, enfocados la mayoría de las veces en la corrupción en la administración pública y la desidia del sistema judicial.

Aún cuando hay todavía una deuda grande con el reclamo de los derechos de las minorías y grupos vulnerables de la población, desde el periodismo se han hecho avances importantes, sostenidos en el tiempo, como la iniciativa No es Hora de Callar, de Jineth Bedoya en El Tiempo, dedicada a denunciar la violencia en contra de las mujeres. 

Otra característica arraigada en la cultura del periodismo en el país es su cercanía con la política. Muchos medios de comunicación han sido fundados por políticos; varios presidentes han sido también dueños, directores o periodistas de medios. Durante décadas, los principales periódicos estuvieron al servicio de los partidos tradicionales o de conglomerados empresariales familiares, que tienen intereses en otros sectores de la economía. Este asunto de la propiedad, junto con la dependencia de la pauta publicitaria, complejiza el ejercicio diario del oficio en el país. Adicionalmente, muchos reporteros parecen dispuestos a soportar la tensión de cruzar los límites entre el partidismo y la imparcialidad. Atraídos por la política, terminan fungiendo como directores de campaña o miembros del equipo de comunicaciones de los funcionarios públicos. 

Por encima de todo, a los periodistas colombianos se les reconoce como maestros en el arte de narrar los acontecimientos con un estilo propio. Como decía Gabo, el más famoso de nuestros cargaladrillos, la realidad llena de superlativos que les toca relatar cada día, por momentos supera la imaginación del más fecundo literato. Por eso, los relatos están salpicados también de una constelación amplia de emociones que los ha hecho merecedores de los más altos reconocimientos a nivel internacional. Resilientes, combativos y guardianes de la verdad, estas cualidades de nuestros buenos periodistas son fundamentales para robustecer la democracia, debatir los hechos que nos importan y tomar decisiones fundamentadas.   

PhD. en Ciencias Sociales (Universidad del Norte)
Magister en Proyectos de Desarrollo Social (Universidad del Norte)
M.A. en Sciences De L’Éducation (Université Paris XII)

Profesora de pregrado y posgrado del Departamento de Comunicación Social y Periodismo de Uninorte, por más de 25 años

Áreas: periodismo y análisis de medios

Ha sido periodista de televisión y radio y consultora en comunicaciones.